miércoles, 14 de abril de 2010

Rocinante:

Capitulo 1:

Un día estaba yo muy muy tranquilo comiendo de mi delicioso manjar de pasto, observando el cielo, pensando en aquello que mas deseaba. Después de un rato de estar en mi tranquilidad escuche de largo a un loco que creía que era un caballero y que necesitaba un caballo. Yo me hice el loco y seguí disfrutando de mi manjar y de pronto sentí a ese loco que se subió a mi espalda quitándome mi tranquilidad. El tenia unas armaduras y algo raro en la cabeza, y tuve que comenzar a trotar. Yo sin saber a dónde me dirigía nada más escuche a el loco que me llamo Rocinante yo no sé por qué, y que decía llamarse Don Quijote De La Mancha y creía ser un caballero andante y lo que quería era tener aventuras, ayudar a la gente, resolver problemas y emendar cosas y enderezar entuertos. él decía que no se podía armar caballero todavía por dos cosas: La primera es que tenía que enamorarse de alguien, y la segunda era que necesitaba que alguien lo armara caballero. Bueno ahora seguimos en busca de estas dos personas.


Capitulo 2:

Después de un largo camino llevando hambre y sed y yo arto de escuchar a Don Quijote De La Mancha diciendo todas sus aventuras y de su amada y que ocupaba de que alguien lo armara caballero, finalmente llegamos a una venta, y como este estaba loco decía que esta venta era un gran castillo. Yo comiendo tranquilamente y volví a ver a Don Quijote y el casi no podía ni beber ni comer por todas las cosas que andaba puesto y estaba frustrado porque alguien no lo armaba caballero.


Capitulo 3:

Don Quijote esperaba con ansias de que alguien lo nombraran caballero, el ventero de la tienda escuchando todo lo que Don Quijote decía le seguía la corriente y Don Quijote contándole todo lo que él quería hacer. De pronto llegaron unas mulas a beber agua, Don Quijote creyó que eran malvados. Se subió a mi espalda y me hizo ir contra las pobres mulas y los hombres que llevaban las mulas. Don Quijote el dejo herido a los hombres, la gente de la venta espantada nos empezaron a tirar piedras, el ventero diciendo que tranquilos que Don Quijote solamente estaba loco, este se volvió y les dijo a todos ALEVOSOS (malvados o traidores). El ventero desesperado por que Don Quijote se fuera lo nombró caballero rápido y nos fuimos de la venta que Don Quijote solía llamar Castillo. Ahora Don Quijote quiere ir en busca a su enamorada que solía llamarse Dulcinea.

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